Mientras prepara el fuego para el asado del viernes, Roberto Riera (67), un productor agropecuario “de pura cepa”, reconstruye en detalle la forma en que su abuelo, Ramón Riera, araba la tierra para sembrar trigo en un campo alquilado, y cómo su papá, a quien le debe su nombre, siguió con la tradición.
El agricultor relata aquellos momentos que parecen sacados de un libro de la historia argentina y lo contrasta con la actualidad.
De eso, resume que la familia se ha hecho de abajo, que el campo brinda oportunidades, pero que la producción agrícola “es una lotería”, que puede salir bien o muy mal.
Como otros productores en el país, este viernes Riera celebró el Día del Agricultor, que se conmemora por la creación de la primera colonia agrícola, en Esperanza, Santa Fe, en 1856..